I. INTRODUCCIÓN.
El pasado 16 de noviembre fue anunciada una licencia voluntaria entre
Pfizer y Medicines Patent Pool (MPP), que permite la producción de
versiones genéricas de nirmatrelvirm que se administra junto con
ritonavir bajo la marca Paxlovid. Pfizer es la solicitante de las patentes
(aunque todavía ningún país ha concedido patentes
asociadas a nirmatrelvir a Pfizer) y del know-how para producirlo.
Se trata de un tratamiento antiviral oral para COVID-19, que solo ha sido
aprobado de emergencia en EE.UU. Sin embargo, la licencia es limitada. El
Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la
Universidad Nacional de Colombia hace las siguientes aclaraciones,
reflexiones y comentarios acerca de la licencia entre Pfizer y MPP.
II. CLARIDADES CONCEPTUALES.
¿Qué es el MPP? El MPP nació en 2010
bajo el auspicio de Unitaid[1]
como mecanismo internacional para negociar de manera agregada y
centralizada licencias voluntarias de patentes, principalmente sobre
medicamentos para el VIH. Con los años, el mecanismo se
extendió a otras enfermedades, y recientemente se incluyó el
COVID-19.
¿Qué hace el MPP? El MPP negocia con la
compañía farmacéutica desarrolladora del medicamento
y titular de las patentes una “licencia voluntaria”, es decir,
un contrato mediante el cual esa compañía permite a otros
laboratorios alrededor del mundo producir medicamentos genéricos
que pueden ser vendidos en ciertos países.
Los países en los que pueden venderse los genéricos se
determinan también en el contrato de licencia. Por lo general, se
trata de países pobres, con mínima o nula capacidad de
producción farmacéutica. Tampoco son mercados interesantes
para la compañía farmacéutica desarrolladora del
medicamento.
Una vez se ha negociado la licencia entre el MPP y las
compañías titulares de las patentes, los laboratorios de
genéricos que quieren producir el medicamento licenciado deben
informar al MPP para que este los incluya como sub-licenciatarios.
Adicionalmente, deben pagar al laboratorio desarrollador regalías
por las ventas de los genéricos. El monto de esas regalías
también se negocia en el contrato inicial con el MPP.
La ventaja del MPP es que ahorra costos transaccionales: cada productor de
genéricos que quiera producir el medicamento, no tendrá que
negociar de manera independiente con el titular de las patentes.
Así mismo, incentiva que los medicamentos lleguen a países a
los que no iban a llegar porque, de cualquier forma, la
compañía farmacéutica desarrolladora no tiene
interés comercial en vender su medicamento en países muy
pobres.
Colombia en las licencias del MPP. Colombia nunca ha sido
incluida en las licencias del MPP, pues sí es un mercado muy
atractivo, con un sistema de salud generoso, que paga con recursos
públicos todos los medicamentos que reciben autorización de
venta del INVIMA. Colombia es lo que en el argot de los sistemas de salud
se denomina “un buen pagador”. La implicación de que
Colombia no se incluya en las licencias del MPP es que los laboratorios
desarrolladores que han celebrado licencias con el MPP, venden
directamente el medicamento en nuestro país a precios
altísimos (que pueden legalmente fijar, amparados en el monopolio
que les otorgan las patentes). Los genéricos baratos sólo
podrán venderse en el país una vez vencidas las patentes. En
otras palabras, la exclusión de Colombia de las licencias del MPP
retrasa el ingreso de genéricos al mercado colombiano. Colombia no
está incluida en la licencia para nirmatrelvir entre Pfizer y el
MPP.
III. EL CASO CONCRETO: LA LICENCIA ENTRE PFIZER Y EL MPP.
(1R,2S,5S)-N-{(1S)-1-ciano-2-[(3S)-2-oxopirrolidin-3-il]etil}-6,6-dimetil-3-[3-metil-N-(trifluoroacetil)-L-valil]-3-azabiciclo[3.1.0]hexano-2-carboxamida.
La fórmula molecular de este compuesto es
C23H32F3N5O4.
El producto licenciado por Pfizer contiene 300 miligramos de nirmatrelvir
y 100 miligramos de ritonavir, un medicamento originalmente usado para el
VIH, sobre el cual ya caducaron las patentes concedidas.
¿Cómo opera la licencia? MPP podrá
sublicenciar a laboratorios farmacéuticos la licencia otorgada por
Pfizer para que estos puedan producir y comercializar versiones
genéricas de Paxlovid a bajo costo. En todo caso, Pfizer se
reservó el poder de vetar a laboratorios productores de
genéricos, y aunque su negativa no puede ser
“irrazonable”, este concepto de “irrazonable” es
bastante amplio y ambiguo.
La suscripción de esta licencia, que se suma a la anunciada
el pasado 27 entre Merck y MPP sobre patentes para el molnupiravir (otro
antiviral para el COVID-19), permitirá ampliar el acceso a un
número significativo de países a un posible tratamiento para
el COVID-19.
Países beneficiarios. La licencia suscrita entre
Pfizer y MPP contempla 95 países de ingresos bajos, medios-bajos y
medio-medios, que corresponden al 53% de la población mundial. La
lista completa de países beneficiarios de la licencia puede
consultarse en
https://medicinespatentpool.org/licence-post/pf-07321332.
De América Latina, únicamente fueron incluidos siete
países: Belice, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras,
Nicaragua y Venezuela. Como se dijo, Colombia no está en la lista
de países beneficiarios.
A pesar de ser un avance valioso que amerita ser celebrado, el
alcance es insuficiente para garantizar el acceso global al
nirmatrelvir.
Sobre la posibilidad de producir genéricos de nirmatrelvir en
países no beneficiarios.
La licencia contempla la posibilidad de que el nirmatrelvir pueda
producirse en países que no hacen parte de la lista de los 95
países previamente señalados, siempre y cuando los
genéricos sean usados en los países beneficiarios de la
licencia. Así, por ejemplo, un laboratorio colombiano podría
producir una versión genérica de nirmatrelvir y exportarlo a
Guatemala, Honduras, Bolivia o cualquier de los otros 95 países
beneficiarios de la licencia, pero no podría comercializarlo en
Colombia.
Aún no parece haber patentes concedidas sobre nirmatrelvir en
ningún país del mundo. Es posible que la situación
cambie en los próximos meses[1]. Esto quiere decir que, en estricto sentido jurídico, en
este momento, versiones genéricas de nirmatrelvir pueden ser
vendidas en cualquier país del mundo, aunque esto implica un riesgo
jurídico, como se explicará más adelante.
[1] En Colombia fue
publicada una solicitud de patente asociada a Paxlovid el pasado 17 de
enero de 2022, con número de expediente NC2021/0015067,
“compuestos antivirales que contienen nitrilo”.
Realmente llama la atención que el MPP, que literalmente se traduce
“Mancomunidad de Patentes de Medicamentos”,
negocie una licencia para un medicamento que no tiene todavía
patentes. ¿Qué es lo que ingresa a formar parte de la
mancomunidad -pool- si no es una patente? En estricto sentido, Pfizer
otorgó al MPP una licencia sobre una posibilidad (solicitudes de
patente), sobre una situación jurídica que no se ha
configurado como derecho de propiedad intelectual aún. En palabras
simples, Pfizer otorgó un permiso para que otros copien un invento
del que todavía no es “dueño”.
En el entretanto, Pfizer no solo se ganó la buena publicidad, sino
que sentó un precedente preocupante al adjudicarse un poder que
todavía no tiene, y con ello controlar el comportamiento del
mercado global diciendo de antemano en qué países y
qué laboratorios pueden producir y vender genéricos. Nos
preguntamos también si la licencia anticipada al MPP podría
ejercer un poder simbólico o influir en las decisiones de las
oficinas de patentes del mundo de conceder a Pfizer patentes sobre
nirmatrelvir. ¿Si ya el MPP, una entidad internacional altamente
reputada, reconoció anticipadamente la titularidad Pfizer sobre
patentes (aún en trámite) sobre la invención,
cómo influirá dicha posición en las decisiones de las
oficinas de patentes?
Muchas organizaciones de la sociedad civil recibieron positivamente la
noticia de la licencia, a pesar de ser conscientes de estas
críticas. En especial porque las patentes en trámite (en
inglés “pending patents”) a pesar de que, en estricto
sentido jurídico, no crean un monopolio (es decir, pueden venderse
legalmente medicamentos genéricos durante el tiempo de
trámite de una patente), sí lo crean de facto. Ningún
competidor genérico se atreve a vender, sin tener certeza sobre la
decisión de fondo sobre la patente (esto es, si la conceden).
Vender genéricos durante los años que dura el proceso de
trámite de las patentes es riesgoso, si más adelante la
patente es concedida y el genérico tiene que salir del mercado,
haciendo inviable esa línea de negocio para el laboratorio
productor del genérico. Adicionalmente, muchos países, en
sus legislaciones de patentes (entre esos Colombia), permiten al titular
de la patente, si así lo quiere, demandar por daños y
perjuicios a un competidor que vendió genéricos durante el
tiempo de trámite de la patente. La sola posibilidad de ser
demandado es una barrera significativa para los productores de
genéricos.
Por ello, a pesar de que no exista patente, la licencia entre Pfizer y el
MPP es positiva, pues reduce toda esta incertidumbre. Los productores de
genéricos que quieran vender el medicamento en los países
autorizados en la licencia no tienen que hacer todo el análisis del
estado de patentamiento en ese país, buscar si hay patentes en
trámite o el alcance de las patentes concedidas, si no que tienen
la certeza de que pueden vender sin que Pfizer vaya a demandarlos, siempre
que sean sublicenciatarios en el marco de la licencia suscrita entre
Pfizer y el MPP.
IV. SOBRE EL ACCESO A NIRMATRELVIR (O A SUS VERSIONES GENÉRICAS) EN
COLOMBIA.
Como se señaló anteriormente, Colombia no es un país
beneficiario de la licencia suscrita entre Pfizer y MPP. De hecho, el
anexo B de la licencia señala que en la Superintendencia de
Industria y Comercio (SIC) de Colombia fue radicada por Pfizer, el 6 de
agosto de 2021, solicitud de patente sobre nirmatrelvir . Esta solicitud
de patente fue publicada el pasado 17 de enero de 2022.
Si todo transcurre como usualmente sucede y se concede la patente, el
acceso a Paxlovid para los colombianos, dependerá completamente de
Pfizer. Como en Colombia no podrán venderse genéricos de
nirmatrelvir producidos bajo la licencia entre Pfizer y MPP, el acceso
dependerá de: 1) que Colombia pueda pagar los precios a los que
Pfizer venda el Paxlovid; y 2) que Pfizer cuente con la capacidad de
producción suficiente (y la voluntad política) para vender
Paxlovid en Colombia.
Sin embargo, seguimos en pandemia. No es aceptable que las cosas
transcurran como si estuviéramos en situación de normalidad.
Por ello deben tomarse todas las medidas para evitar que se genere un
monopolo sobre nirmatrelvir y puedan ingresar rápidamente
genéricos al mercado colombiano. Por un lado, la industria
farmacéutica local debe presentar oposiciones a la patente. Lo
mismo debe hacer el Ministerio de Salud, amparado en el artículo 70
de la Ley 1753 de 2015. Todo esto para evitar que sea concedida.
Por otro lado, el Gobierno Nacional debe considerar seriamente no conceder
la patente amparado en las normas de la emergencia sanitaria. En este
sentido, aunque Colombia se demoró en apoyar el la propuesta
presentada por India y Suráfrica a la Organización Mundial
del Comercio (OMC) para que se haga una exención generalizada de la
obligación de cumplir algunas disposiciones del Acuerdo de los
Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC),
con el objetivo de que las capacidades de producción puedan
acrecentarse sin la amenaza de barreras legales derivadas de derechos de
propiedad intelectual que puedan ejercerse contra dichos productores (esta
medida también se conoce como “waiver”, “TRIPS
waiver”, o coloquialmente, en algunos medios de comunicación,
como “liberar patentes”).
La discusión de este mecanismo será protagónica en la
Duodécima Conferencia Ministerial de la OMC. Al respecto, llama la
atención que el anuncio de la suscripción de la licencia
entre Pfizer y el MPP fuera realizado ad portas de la celebración
de dicha conferencia en noviembre de 2021, pues este tipo de mecanismos
voluntarios (que, como se ha dicho, son insuficientes tanto en alcance
territorial, como en los productos amparados, pues las vacunas para
COVID-19 producidas por empresas como Pfizer no han tenido el mismo
tratamiento, como se señalará a continuación) pueden
bajarle presión a la discusión del “waiver” en
la OMC, que cuenta con un amplio respaldo tanto de la gran mayoría
de los países miembros, como de la academia, ex-mandatarios y
organizaciones no gubernamentales, entre otros. La Duodécima
Conferencia Ministerial fue aplazada debido a la expansión de la
variante ómicron y será realizada en 2022.
Ahora bien, la postura de Colombia ante la OMC no debe solo quedarse en
manifestaciones de buena voluntad en escenarios diplomáticos. Debe
concretarse en políticas públicas a nivel local que se
traduzcan en acciones concretas que permitan que la población
acceda rápidamente a las tecnologías en salud para el
COVID-19. Por ello, el Gobierno Nacional debe generar el marco
jurídico que le permita no conceder las patentes y otros derechos
de propiedad intelectual con las que se pretendan general monopolios sobre
tecnologías asociadas a la pandemia o, al menos, que le permita
conceder licencias obligatorias automáticas, sin tener que pasar
por el largo y engorroso proceso que implica actualmente esta figura.
Luego, debe aplicar dicho marco a nirmatrelvir, de manera que se puedan
producir genéricos en el país o importarlos.
La industria farmacéutica local debería presionar por estas
medidas y comprometerse a producir genéricos de nirmatrelvir. Por
ejemplo, debería comprometerse a buscar transferencias
tecnológicas que le permitan producir el principio activo en el
país. El Gobierno debería también impulsar estas
medidas para impulsar el desarrollo industrial y tecnológico del
país, de la mano del sector privado.
Lo mismo podría hacer con el molnupiravir de Merck, que en
días pasados recibió Aprobación Sanitaria de Uso de
Emergencia por parte del INVIMA[1].
En todo caso, lo ideal es adelantar el proceso para el antiviral con
mejores datos clínicos y evidencia. Hasta el momento, la
información preliminar disponible, establece que el medicamento que
presentó mejores resultados para la aprobación de
emergencia, es el Paxlovid de Pfizer (Ver infografías).
De otro lado, el equipo del proyecto
DIME
se encuentra analizando escenarios del potencial impacto presupuestal del
paxlovid en Colombia que den mayor sustento a la justificación de
contar con versiones genéricas en el país.
Sobre otros mecanismos de acceso a Paxlovid que podría explorar
Colombia, también es pertinente mencionar que en el contrato
suscrito entre el gobierno de Estados Unidos de América (EE.UU.) y
Pfizer para la compra de Paxlovid, se señala que las dosis de
Paxlovid que le sobren a los EE.UU. únicamente pueden ser donadas a
países de ingresos bajos y de ingresos medios bajos. Esto significa
que, además de estar excluida de la licencia entre Pfizer
y MPP, Colombia no podría recibir dosis de Paxlovid donadas por
EE.UU., pues el contrato suscrito entre Pfizer y EE.UU. se lo impide.
Finalmente, si bien los nuevos tratamientos antivirales para
COVID-19 de Merck y Pfizer podrían ser un importante
vehículo para hacer frente a la pandemia, por lo que debe
reivindicarse la necesidad de que toda la población tenga acceso a
estos, la vacunación sigue siendo el principal mecanismo para hacer
frente al COVID-19.
Por ello, aunque valiosa, resulta insuficiente la suscripción de
contratos de licencia asociados exclusivamente a tratamientos para
COVID-19 (molnupiravir, ahora el Paxlovid, y antes en 2020 Remdesivir),
máxime teniendo en cuenta que un amplio número de
territorios cuenta aún con porcentajes ínfimos de
vacunación (en África solo el 9.4% de la población ha
recibido al menos una dosis de vacunas para COVID-19; el número de
vacunados con dos dosis es aún menor).
Así mismo, es cuestionable la falta de respaldo de Pfizer a
mecanismos de licenciamiento que propendan por ampliar el acceso a la
vacuna de ARNm desarrollada por BioNTech, como el pool de patentes y
tecnologías C-TAP de OMS, el hub de ARNm en Sudáfrica, o el
Open COVID Pledge, entre otros. ¿Será que la licencia
voluntaria para el Paxlovid es una forma de bajar la presión para
que haga una licencia voluntaria para la vacuna?
[1] José Daniel Rengifo, Carolina Gómez,
Óscar Andrés Lizarazo, Claudia Patricia Vaca y Fabián
Hernandez.
[2] Unitaid es una iniciativa internacional (financiada por
varios países) que nació con el propósito de
encontrar nuevas formas y tecnologías para prevenir, diagnosticar y
tratar el VIH, la malaria y la tuberculosis. Con los años, su
mandato se extendió para incluir la hepatitis C. Para más
información ver:
https://unitaid.org/#en
[3] En Colombia fue publicada una solicitud de patente asociada
a Paxlovid el pasado 17 de enero de 2022, con número de expediente
NC2021/0015067, “compuestos antivirales que contienen
nitrilo”.
[4] Cuyo nombre técnico es “Nitrile-containing antiviral compounds”, con número de expediente NC2021/0015067, señalado
previamente. Dicha solicitud en Colombia corresponde a la misma
familia de la solicitud internacional de patente “PCT/IB2021/057281.
[5] Invima otorga autorización sanitaria de uso de
emergencia para el medicamento de síntesis química
molnupiravir - Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y
Alimentos